La profesión de intérprete de idiomas es un perfil que cada vez es más conocido entre la sociedad, pero que aún no tiene toda la visibilidad que nos gustaría a los profesionales. Muchos creen que una persona con conocimiento en lenguas extranjeras o una persona bilingüe puede realizar el mismo trabajo y generar un resultado de la misma calidad que si lo llevara a cabo un intérprete de idiomas. Pero, ¿sabías que esta profesión va mucho más allá que solo hablar idiomas?
En esta publicación queremos destacar la importancia de contar con un intérprete profesional y daros a conocer un poquito más sobre esta profesión. ¿Qué diferencias hay entre contratar un intérprete y contratar a una persona que solo habla el idioma? Para resolver estas cuestiones, a continuación vamos a mostrarte 10 problemas que puedes evitarte gracias a contar con intérpretes de idiomas.
El intérprete de idiomas
Actualmente nos encontramos en un mundo en el que, gracias a la tecnología y a otros muchos factores, podemos comunicarnos con personas de prácticamente cualquier lugar del planeta. Cada vez son más las personas que emigran a otro país, las empresas que negocian a nivel internacional, etc. Este hecho ha requerido la ayuda de la interpretación como herramienta para conectar culturas y sociedades. En muchas ocasiones, ya sea por falta de recursos económicos, por rapidez de actuación o por ausencia de intérpretes, se contratan intérpretes no profesionales o actúan como tales familiares y/o amigos del usuario. Pero, ¿sabes los riesgos que esto puede suponer? No cualquier persona que sepa hablar un idioma puede ejercer como intérprete de idiomas.
Los intérpretes profesionales cuentan con una formación amplia y continua no sólo en interpretación como tal y en sus técnicas, sino también en diferentes ámbitos y aspectos importantes de la misma. ¿Habéis tenido alguna vez algún problema por no contratar a un profesional? Seguramente sí, así que ya sabréis que el no contar con un experto da siempre más problemas que las posibles ventajas que puedan existir.
Problemas de no contar con un intérprete de idiomas profesional
Hoy os traemos algunos problemas que podrías evitarte si cuentas con intérpretes profesionales:
1. Barreras en la comunicación.
Para poder llevar a cabo la comunicación entre dos individuos que no hablan la misma lengua se requiere de una persona que domine ambos idiomas. Los intérpretes profesionales se forman en sus lenguas de trabajo de manera que dominen ambas lo suficiente para que los interlocutores puedan tener una comunicación correcta y fluida. El hecho de contar con una persona que no domine ambas lenguas puede derivar en muchos problemas: información errónea, comunicación interrumpida y/o poco fluida, etc.
2.Errores de sentido.
Así como el dominio de la lengua, otra característica importante del intérprete de idiomas es la formación en interpretación. Una característica importante es saber ser fiel al discurso y mantener la coherencia de principio a final. El no contar con un intérprete profesional puede provocar que el mensaje se traduzca de manera literal pudiendo significar algo diferente o, al contrario, que no tenga ningún sentido en la lengua de llegada. Asimismo, la falta de literalidad, es decir, alejarse demasiado del mensaje en la lengua original, también puede provocar las mismas situaciones. Lo mismo pasa con los juegos de palabras, los chistes, etc., hay que saber cómo transmitirlos en la otra lengua para que el discurso no pierda sentido.
3.Falta de dominio de la terminología. La preparación para poder ser un intérprete profesional no solo requiere del conocimiento de las lenguas de trabajo, sino de la documentación necesaria para poder enfrentarse a cualquier tipo de situación. Además de tener conocimientos generales, cuando el intérprete de idiomas recibe un encargo, debe documentarse antes sobre el ámbito en el que va a interpretar. De esta forma, podrá evitar encontrarse con conceptos o términos que desconoce, errores a la hora de trasladarlos a otra lengua, etc.
4.Omisiones de información. ¿No has tenido la sensación de que la información que te aportaba tu compañero de trabajo que hacía las veces de intérprete era un resumen de lo que había dicho el cliente? El hecho de no contar con un intérprete de idiomas puede provocar que vuestra comunicación se vea afectada por la omisión de información. La mayoría de veces puede deberse a una incomprensión, pero en la mayoría de los casos se debe a que un intérprete de idiomas no profesional no domina las técnicas de toma de notas ni tiene el entrenamiento necesario de su memoria a corto plazo.
5.Sensación de aislamiento en la conversación. Seguro que en alguna ocasión, mientras un amigo o compañero te ayuda con la interpretación, has observado que hablaba directamente con la persona extranjera y durante varios turnos de palabra, no has entendido nada de lo que estaban diciendo. El no contar con un intérprete de idiomas puede provocar que no se respeten los turnos de palabra y que se añada información que el usuario no haya dicho, ya sea por error o por interés propio, lo que puede conllevar problemas e incluso riesgos. El intérprete de idiomas sigue un código deontológico que, entre otros aspectos, destaca la importancia de trasladar todo lo que diga un interlocutor a otra lengua y no añadir información que este no haya dicho. Por ello, contar con un intérprete profesional hará que evitemos este tipo de problemas.
6.Problemas de confidencialidad: Imagina que el intérprete ad hoc termina una reunión y se marcha a hablar con una empresa de tu competencia para comentar los detalles de tus precios y servicios. Los intérpretes profesionales se rigen por el código deontológico. Uno de sus apartados más importantes es la confidencialidad. Toda información a la que tenga acceso el intérprete de idiomas durante el ejercicio de su profesión debe ser confidencial y no puede divulgarse bajo ningún concepto. Este es uno de los aspectos más importantes y que podemos evitar si contratamos a un intérprete profesional. De lo contrario, la información confidencial podría acabar en manos de, por ejemplo, la parte contraria en un juicio, los periodistas, tu mayor competidor, etc.
7.Falta de profesionalidad: En cualquier ámbito es esencial y primordial contar con un profesional y esto se nota cuando este debe realizar sus funciones. En el caso del intérprete de idiomas, se enfrenta a muchas situaciones delicadas en las que hay que seguir ciertos protocolos o formas de actuar. Por ejemplo, imagina que en un juicio el intérprete decide interrumpir al juez porque el discurso está siendo muy largo. Es totalmente inadmisible. O que el intérprete no sea imparcial ante la situación que está interpretando y favorezca a alguna de las partes. Incluso se han dado casos en los que el intérprete da su opinión personal. El intérprete profesional debe ceñirse a interpretar el mensaje, no puede intervenir con valoraciones personales.
8.Problemas derivados de la implicación emocional: Hay muchas situaciones en las que es necesaria la interpretación, pero que son muy delicadas (entrevistas de asilo, declaraciones de víctimas del terrorismo, violaciones, maltrato, pacientes con heridas graves, etc.). El intérprete de idiomas debe intentar alejarse lo suficiente de la situación como para no implicarse emocionalmente y evitar ser imparcial, pero al mismo tiempo, debe genera un clima de empatía con sus interlocutores para poder trasladar el mensaje de forma fiel. Si recurrimos a un familiar, compañero de trabajo o amigo que domina el idioma pero no es intérprete de idiomas nos arriesgamos a recibir un discurso imparcial e incluso manipulado.
9.Malentendidos debido al lenguaje no verbal: Tal y como explicamos en nuestra publicación “La figura del intérprete profesional”: Saloua Laghrich (2004) afirma «¿Es traductor-intérprete el mediador? Por supuesto que sí, pero creo que es algo más; es intérprete de lenguas y lenguajes, verbales y no verbales». Es tan importante para un intérprete de idiomas el saber interpretar las palabras, como el lenguaje no verbal. Por ejemplo, si este percibe que el interlocutor está realizando una declaración pero detecta miedo en su forma de expresarse y en sus palabras, debe hacer llegar esto a la otra parte, ya que podría ser relevante para el discurso. En muchos casos, los gestos tienen un significado diferente en otro idioma y pueden dar lugar a malentendidos graves.
10.Mala comunicación por diferencias culturales: El intérprete profesional también debe ser conocedor de la cultura. Por ello, es capaz de identificar elementos propios de la cultura del interlocutor. Además, el intérprete de idiomas puede evitar conflictos provocados por las diferencias culturales interviniendo para aclarar estos aspectos y que no se produzcan malentendidos y conflictos entre las partes por tener una cultura origen, en muchas ocasiones, muy distante.
Esperamos que hayas podido conocer mejor la profesión del intérprete de idiomas y que seas consciente de los problemas que puedes evitarte gracias a contar con profesionales del ámbito. Por todo ello, os aconsejamos que para cualquier gestión con interlocutores que no hablen vuestra misma lengua contéis siempre con un intérprete de idiomas.
Desde VOZE queremos ofreceros los mejores servicios de interpretación en múltiples idiomas. Si necesitas contratar un intérprete de idiomas contacta con nosotros y encontraremos al profesional perfecto para ti.